(CNN) – Cuatro días de audiencias sobre la implosión del sumergible Titán en 2023, que mató a las cinco personas a bordo, concluyeron esta semana con más testimonios condenatorios que relataron múltiples incidentes de seguridad a lo largo de los años.
Patrick Lahey, CEO de Triton Submarines, testificó en la audiencia de este viernes que estaba preocupado por la falta de certificación del sumergible.
Lahey dijo que vio el Titán en marzo de 2019 mientras estaba en las Bahamas y que “no estaba impresionado”, y se lo comunicó al personal de OceanGate.
“No me parecía que hubiera sido particularmente bien pensado o ejecutado. Vi evidencia de que estaban prensando cables para sujetar pesos, simplemente parecía amateur en su ejecución”, dijo. “Me fui de esa visita pensando, bueno, eso es un alivio, no creo que eso lleve a personas a inmersiones significativas y obviamente subestimé su tenacidad”.
OceanGate compró varios sumergibles de Triton Submarines.
Lahey dijo que cree que los vehículos tripulados deben estar acreditados y le preocupaba que Stockton Rush, fundador y CEO de OceanGate, no evaluara el sumergible objetivamente y no buscara opiniones externas para garantizar que la nave fuera segura.
Lahey también dijo que sabía que Rush consideraba que el proceso de certificación “era una pérdida de tiempo” y “un impedimento para la innovación”.
“El proceso de certificación funciona, sabemos que funciona. Nuestro historial de seguridad lo demuestra”, continuó Lahey. “Necesitamos insistir en la exploración humana continua del mar profundo en máquinas certificadas y acreditadas, no en experimentales, no hay lugar para máquinas experimentales en las profundidades marinas”.
Bucear en el Titán “nunca se suponía que fuera seguro”, dijo el especialista de misión de OceanGate, Fred Hagen, durante su testimonio de este viernes.
“Cualquiera que se sintiera seguro al descender a profundidades en el Titán estaba engañado o delirante, era una nave experimental, estaba claro que era peligrosa”, dijo Hagen. “No lo haces porque sea seguro, lo haces por la descarga de adrenalina”.
Hagen dijo que “hubo un incidente” en 2021, pocos días antes de una inmersión en la que participó, en el que, mientras el Titán era subido a la rampa, balanceándose de un lado a otro, el operador de la grúa lo soltó abruptamente y el sumergible se estrelló contra la cubierta.
La fuerza del impacto cortó varios pernos que “salieron disparados como balas” y la cúpula de titanio se desprendió. Solo se habían instalado cuatro de los 18 pernos en la cúpula de titanio de 3.500 libras (1.587,5 kilogramos).
Durante esa inmersión, se dieron cuenta de que el Titán estaba desequilibrado y descendieron en espiral, cayendo libremente durante aproximadamente dos horas y media.
Las comunicaciones eran erráticas y se desviaron del curso, y cuando activaron los propulsores para volver al curso, los de estribor fallaron y giraron en círculos, aseguró.
En otra inmersión durante la expedición al Titanic de 2022, se enredaron en los restos del barco durante aproximadamente uno o dos minutos, agregó.
Antonella Wilby, una excontratista de ingeniería de OceanGate, testificó este viernes que expresó repetidamente sus preocupaciones y fue repetidamente ignorada.
Durante la Inmersión 79 de la expedición al Titanic de 2022 en julio, Wilby estaba trabajando en la navegación cuando partes de los sistemas de navegación y comunicaciones acústicas del Titán se descompusieron.
Cuando Wilby expresó sus preocupaciones sobre la avería, le dijeron que no tenía una “mentalidad de exploradora”. Le preocupaba que escalar sus preocupaciones a la junta directiva rompiera su acuerdo de confidencialidad.
También le dijeron que no era una persona “orientada a soluciones” y finalmente fue eliminada de los equipos de comunicaciones y navegación. En algún momento, Wilby les dijo: “Esta es una forma idiota de hacer su navegación”.
“Ningún aspecto de la operación me parecía seguro”, dijo. “Cuando respondes preguntas específicas con eso es lo que quiere el fundador de la empresa, en lugar de decisiones de diseño reales y datos y análisis, fue una señal de alerta para mí”.
Steven Ross, un científico marino y exdirector científico de OceanGate, dijo durante su testimonio el jueves que el sumergible Titán sufrió una falla seis días antes de implosionar en junio de 2023.
Una falla en la plataforma durante la Inmersión 87 en la cuarta misión del Titán en 2023 hizo que las cinco personas a bordo se estrellaran contra la popa del sumergible durante al menos una hora, dijo Ross.
Ross también mencionó dos incidentes durante las inmersiones de la expedición al Titanic de 2022, incluido un fuerte estallido, escuchado mientras ascendían en la Inmersión 80. En la Inmersión 81, Ross aseguró que hubo una falla en los propulsores.
Triton Submarines y otros miembros de la Sociedad de Tecnología Marina (MTS) escribieron una carta a OceanGate expresando su preocupación por el desarrollo del Titán. Un miembro de MTS compartió un borrador de la carta con OceanGate. Rush y el presidente de MTS hablaron y acordaron estar en desacuerdo sobre el borrador. La versión completa y finalizada de la carta nunca se envió formalmente a OceanGate.
David Lochridge, un exdirector de exploración marina de OceanGate que expresó preocupaciones de seguridad sobre el sumergible Titán, dijo durante su testimonio a principios de esta semana que la tragedia del Titán podría haberse prevenido si las autoridades de seguridad de EE.UU. hubieran investigado sus quejas. También criticó la cultura empresarial de OceanGate por estar centrada en “ganar dinero” y ofrecer “muy poco en términos de ciencia”.
“Creo que si la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, por sus siglas en inglés) hubiera intentado investigar la seriedad de las preocupaciones que planteé en múltiples ocasiones, esta tragedia podría haberse prevenido”, dijo Lochridge.
Andrea Saint Martin