A unanimidad, se alzaron las voces de satisfacción y conformidad por la condena que un tribunal dictó contra Elizabeth Silverio, quien fue descubierta y sentenciada como impostora. En ese sentido se expresaron padres de niños “tratados” por Silverio, abogados de esos padres y fiscales.
La fiscal Magalys Sánchez, acompañada de su colega María Silvestre, dijo que la sentencia fue “justa” porque Silverio era una impostora que falsificó títulos y estafó a padres y niños.
Una madre, Yokasta Cuesta, expresó con cara sonriente su satisfacción con la sentencia y agradeció a la periodista Nuria Piera por haber destapado el caso. También agradeció al abogado Félix Portes por asumir la causa de padres y víctimas.
Félix Portes, que representa a padres querellantes, dijo que la sentencia establece un “precedente” para los que intenten o estén ejerciendo la medicina de forma ilegal en este país.
Para Waldo Paulino, el abogado de Silverio, fue “una sentencia complaciente”. “Elizabeth se va para su casa, no está presa, tenemos el derecho de recurrir, no estamos contestes con el tribunal”, dijo.
La condenada también habló. Con gallardía y plomo de acero atribuyó la condena a que el tribunal se conmovió con los padres que dijeron que ella engañó a sus hijos. “…esto apenas está comenzando; de rodilla ante Dios y de pie ante los hombres; no voy a bajar la cabeza”, expresó sin titubeos ni vacilación.
Elizabeth deberá cumplir la pena en la cárcel de Najayo y tendrá que pagar una millonaria indemnización a los querellantes y, también, las costas civiles a favor de los abogados concurrentes.
Se ordenó, asimismo, el decomiso de las pruebas materiales que justificaron la condena, y se le notifica la sentencia al juez de ejecución de la pena.
El 12 de noviembre se leerá la sentencia de manera íntegra.
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