(CNN) – La tripulación de Polaris Dawn de SpaceX comienza su quinto día en órbita, y marcó algunos hitos en un viaje histórico, incluida la primera caminata espacial comercial del mundo.
Realizar una caminata espacial no es nada nuevo.
La NASA lleva realizándolas en el espacio exterior desde 1965, cuando el programa Gemini estrenó esta capacidad en Estados Unidos.
Desde entonces, astronautas de todo el mundo han utilizado la tecnología de los paseos espaciales para explorar la superficie lunar, prestar servicio al telescopio espacial Hubble y ayudar a construir la Estación Espacial Internacional. Hoy en día, las caminatas espaciales, también llamadas actividades extravehiculares o EVA, se siguen utilizando de forma rutinaria en el laboratorio orbital para permitir a los astronautas revisar y mantener su vetusto exterior.
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Pero SpaceX demostró este jueves que realizar una caminata espacial es una tarea que puede llevar a cabo el sector industrial, no solo los astronautas del gobierno. Al hacerlo, la empresa de Elon Musk dio un gran paso hacia la comercialización de esas capacidades.
Era la primera vez que una misión privada al espacio intentaba algo así. Y aunque los miembros de la tripulación no se aventuraron mucho fuera del vehículo, superaron los límites y asumieron riesgos considerables.
Durante el evento de alto riesgo, la cápsula Crew Dragon se despresurizó por completo antes de que toda la tripulación -incluidos el consejero delegado de Shift4 Payments, Jared Isaacman, el ex piloto de las Fuerzas Aéreas estadounidenses Scott “Kidd” Poteet y las ingenieras de SpaceX Anna Menon y Sarah Gillis- se expusiera al vacío del espacio.
A continuación, Isaacman y Gillis salieron del vehículo durante unos 10 minutos cada uno, y realizaron una serie de pruebas para comprender la funcionalidad de sus trajes EVA, antes de volver al interior de la nave espacial y cerrar la escotilla circular.
Los peligros y riesgos de la caminata espacial eran enormes.
Un paso en falso durante un proceso crucial de “pre respiración” en el período previo a la caminata espacial podría haber puesto a la tripulación en riesgo de contraer la enfermedad de descompresión, una condición experimentada por los buceadores que implica la formación de burbujas de nitrógeno en la sangre.
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Esta tripulación también puso a prueba los trajes EVA, diseñados y desarrollados por SpaceX en solo dos años y medio. Los trajes debían protegerles de las temperaturas extremas del espacio exterior, así como mantener la presión y suministrar oxígeno a los cuatro tripulantes.
Sin embargo, el paseo espacial transcurrió sin mayores contratiempos. Isaacman informó tras echar su primer vistazo al exterior de la nave espacial:
“De vuelta en casa todos tenemos mucho trabajo que hacer, pero desde aquí parece un mundo perfecto”.
El administrador de la NASA, Bill Nelson, también ofreció sus felicitaciones tras el paseo espacial en un post en X, antes conocido como Twitter.
“¡Felicidades @PolarisProgram y @SpaceX por la primera caminata espacial comercial de la historia!”. , escribió Nelson. “El éxito de hoy representa un paso de gigante para la industria espacial comercial y el objetivo a largo plazo de @NASA de construir una economía espacial estadounidense vibrante”.
Los cuatro astronautas ciudadanos tendrán mucho que celebrar a su regreso. Incluso antes de la caminata espacial, la misión ya se había diferenciado de otros viajes a órbita financiados y operados por el sector privado, que tienden a ceñirse a perfiles de misión menos arriesgados o incluyen breves visitas a la Estación Espacial Internacional guiadas por astronautas profesionales.
La tripulación también se convirtió en el primer grupo de personas que se adentra en la banda inferior de los cinturones de radiación de Van Allen en cinco décadas.
Los cinturones de Van Allen atrapan concentraciones de partículas de alta energía que proceden del Sol e interactúan con la atmósfera terrestre, creando dos peligrosas bandas de radiación, según la NASA.
Después de que la tripulación se pusiera en órbita a bordo de un cohete Falcon 9 a las 5:23 a.m. ET de este martes, la cápsula Crew Dragon de SpaceX comenzó inmediatamente a elevar su posición, utilizando los motores de a bordo para colocarse en una órbita ovalada que se extendía hasta 1.400 kilómetros de la Tierra.
Esa altitud se sitúa en la banda interior de los cinturones de radiación de Van Allen, que comienzan a unos 1.000 kilómetros de la Tierra.
El apogeo de la tripulación -o punto más alejado de la Tierra- convirtió a Gillis y Menon en las primeras mujeres en viajar tan lejos de nuestro planeta.
El apogeo también marcó la mayor distancia recorrida por un ser humano desde que el programa Apolo de la NASA finalizó en 1972, y fue la órbita más alta jamás alcanzada alrededor de la Tierra, superando el récord establecido en 1966 por la misión Géminis 11 de la NASA, que llegó a 853 millas (1.373 kilómetros).
Tras completar unas seis órbitas alrededor del planeta a esas alturas con la tripulación a salvo en su interior, la cápsula Crew Dragon encendió de nuevo sus motores para bajar su trayectoria orbital. El paseo espacial de este jueves tuvo lugar cuando el vehículo orbitaba a una altura de entre 185 y 732 kilómetros sobre la Tierra.
Puede que la parte más arriesgada del viaje haya terminado, pero la tripulación de Polaris Dawn aún tiene por delante un hito clave: volver a casa.
Está previsto que el equipo regrese a la Tierra este mismo fin de semana, a bordo de la cápsula Crew Dragon, a las costas de Florida.
El comandante de la misión, Isaacman, que también dirigió y financió parcialmente esta misión a la órbita, dijo anteriormente a CNN que la tripulación de Polaris Dawn solo tendría unos cinco o seis días de soporte vital en el vehículo.
Eso significaría que el regreso a la Tierra podría producirse en la madrugada del domingo al lunes.
El amerizaje puede producirse en cualquiera de los siete lugares posibles de las costas este y oeste de Florida, como en todas las misiones Crew Dragon que regresan a la Tierra.
Julia Hernández
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