(CNN) –– Una nave espacial europea y dos satélites del tamaño de una caja de zapatos fueron lanzados para estudiar las consecuencias de la misión DART de la NASA, que se estrelló intencionalmente contra un asteroide llamado Dimorphos y alteró su órbita hace dos años.
La misión Hera de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) despegó a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX a las 10:52 a.m. (hora de Miami) de este lunes desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA en Florida. El lanzamiento marca el primer vuelo de Falcon 9 desde que otro cohete de la misma familia experimentó una anomalía durante la misión SpaceX Crew-9 de la NASA del 29 de septiembre. La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos está investigando el percance y autorizó al Falcon 9 regresar al vuelo para Hera solo mientras la revisión esté en curso.
Está previsto que la nave espacial y sus dos compañeros CubeSat lleguen al asteroide Dimorphos y al asteroide más grande que orbita, llamado Didymos, a fines de 2026. Juntas, las tres naves espaciales realizarán una “investigación de la escena de colisión” para resolver los misterios restantes sobre el sistema doble de asteroides, según los científicos de la ESA.
La NASA planeó la misión DART (siglas en inglés de prueba de redirección de asteroides dobles) para llevar a cabo una evaluación a gran escala de la tecnología de desvío de asteroides para defensa planetaria. La agencia quería ver si un impacto cinético (como el choque de una nave espacial contra un asteroide a 6,1 kilómetros por segundo) sería suficiente para cambiar el movimiento de un objeto celeste en el espacio.
Ni Dimorphos ni Didymos representan un peligro para la Tierra. Aun así, el sistema doble de asteroides era un objetivo perfecto para probar la tecnología de deflexión porque el tamaño de Dimorphos es comparable al de los asteroides que podrían amenazar a la Tierra.
Los astrónomos utilizaron telescopios en tierra para monitorear las consecuencias del impacto desde la colisión en septiembre de 2022, y determinaron que la nave espacial DART cambió con éxito la forma en que se mueve Dimorphos, modificando el período orbital del asteroide lunar (o el tiempo que tarda en hacer una sola revolución alrededor de Didymos) de aproximadamente 32 a 33 minutos.
Pero aún quedan muchas preguntas por responder, como si la sonda DART simplemente dejó un cráter o si su impulso cambió por completo la forma de Dimorphos. Determinar la composición exacta del sistema doble de asteroides, así como las consecuencias de la misión DART, podría ayudar a las agencias espaciales a perfeccionar aún más la tecnología que podría evitar que los asteroides impacten contra la Tierra en el futuro.
“Hera cerrará el círculo al proporcionarnos en detalle el resultado final del impacto de DART”, dijo Patrick Michel, director de investigación del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia e investigador principal de la misión Hera.
Cuando la sonda Hera, del tamaño de un automóvil pequeño, llegue al sistema de dos asteroides en octubre de 2026, estará a casi 195 millones de kilómetros de la Tierra. Didymos es un asteroide del tamaño de una montaña con un diámetro de 780 metros, mientras que Dimorphos es similar en tamaño a la Gran Pirámide de Giza, con un diámetro de 151 metros.
Pero primero, Hera pasará por Marte a mediados de marzo de 2025, lo que proporcionará a la nave espacial el impulso adicional necesario para llegar a Didymos y Dimorphos dos años después del lanzamiento.
Además de probar su conjunto de 11 instrumentos, Hera volará a 6.000 kilómetros de la superficie marciana. También observará una de las dos lunas de Marte, llamada Deimos, a una distancia de 1.000 kilómetros.
Los científicos creen que las lunas pequeñas y abultadas de Marte pueden ser asteroides que fueron capturados del cinturón principal de asteroides, ubicado entre Marte y Júpiter. El sobrevuelo de Hera capturará datos para la sonda japonesa Martian Moons eXploration. Esa misión, que se lanzará en 2026, estudiará ambas lunas del planeta rojo y aterrizará un pequeño explorador en Fobos, para recolectar muestras de esa luna marciana que pueden ser enviadas de vuelta a la Tierra.
Luego, Hera llegará a la órbita del sistema Didymos en octubre de 2026 y pasará seis semanas observando ambos asteroides para conocer más detalles sobre sus formas, masas y sobrevuelos térmicos y dinámicos, al tiempo que identifica puntos de interés para futuros vuelos más cercanos.
Después de seis semanas de exploración, Hera lanzará sus dos CubeSats llamados Juventas, el nombre romano de una hija de Hera, y Milani, en honor a Andrea Milani, profesor de matemática en la Universidad de Pisa, Italia, que murió en 2018. Milani es conocido por haber creado el primer sistema automatizado para calcular las probabilidades de que un asteroide pueda impactar la Tierra en el futuro.
Juventas está equipada con un instrumento de radar que podrá observar a gran profundidad debajo de la superficie de rocas espaciales, mientras que Milani tiene un generador de imágenes multiespectral para mapear los minerales y el polvo en ambos asteroides. El instrumento puede captar una gama más amplia de colores que la que puede ver el ojo humano para determinar la composición de las rocas individuales y el entorno de polvo que las rodea.
Los CubeSats, que tienen sus propios sistemas de propulsión, utilizarán enlaces entre satélites para comunicarse con Hera y transmitir sus hallazgos a la Tierra, dijo Michel.
Durante 10 semanas, Hera realizará observaciones que la acercarán a la superficie de los asteroides, hasta quedar a 1 kilómetro. Se esperan múltiples sobrevuelos del lugar de impacto creado por DART en Dimorphos.
Eventualmente, Hera podría aterrizar en Didymos, lo que podría servir como el final de su misión o una extensión limitada si sobrevive al aterrizaje, mientras que los CubeSats podrían realizar aterrizajes experimentales similares en Dimorphos. Ninguna de las naves espaciales está diseñada específicamente para aterrizar, pero reducirán su velocidad lo suficiente como para operar cámaras e instrumentos en los asteroides después del aterrizaje, según la agencia.
Los acercamientos más detallados que la humanidad ha tenido del sistema doble de asteroides han sido breves.
Las imágenes capturadas por DART y un pequeño satélite llamado LICIACube, que se separó de la nave espacial para capturar imágenes de la colisión y la nube de escombros resultante, alimentaron gran parte de la investigación relacionada con el impacto publicada desde septiembre de 2022.
Pero cuando Hera visite a Dimorphos, podría verse muy diferente, dijo Michel.
“Lo más emocionante para mí es que, aunque tenemos imágenes magníficas de Didymos, Dimorphos y su superficie tomadas por la cámara DRACO a bordo de la sonda espacial DART antes de su colisión, ya sabemos que los mismos cuerpos y áreas de superficie no tendrán nada que ver con lo que esas imágenes nos mostraron cuando Hera tome nuevas imágenes”, dijo Michel. “Aún se siente como si descubriéramos nuevos mundos. Y lo genial es que sabremos por qué son nuevos o diferentes, ya que DART nos proporcionó todas las condiciones iniciales que llevaron a su transformación”, agregó.
Los datos recopilados por la misión podrían ayudar a los científicos a comprender la estructura interna de cada asteroide. Cuando DART se estrelló contra Dimorphos, una columna de escombros se extendió más de 10.000 kilómetros hacia el espacio y persistió durante meses, lo suficiente para crear la primera lluvia de meteoritos generada por el hombre que podría ser visible desde Marte y la Tierra en el futuro.
Los científicos están ansiosos por saber si Dimorphos es un asteroide formado por un montón de escombros unido por la gravedad con grandes vacíos en su interior, o un núcleo sólido rodeado de rocas y grava, dijo Michel.
Los científicos de la misión afirman que comprender todos los aspectos posibles de Dimorphos es crucial porque si un asteroide de su tamaño impactara la Tierra, podría destruir una ciudad entera.
Si bien la misión DART fue un “éxito asombroso”, dijo Michel, Hera es necesaria para comprender el resultado final de la prueba de desviación de DART y medir su eficiencia.
“Espero que esto pueda ofrecer una fuente de inspiración para otras misiones dedicadas a la defensa planetaria y la exploración del sistema solar”, dijo.
Belén Liotti