Por: Vilmania Oviedo López
Periodista – Locutora
Es cierto que nuestro país en los recientes 4 años ha luchado por controlar y regular el tema de la migración haitiana, sin embargo, esta constante lucha ha tenido invisibles resultados por falta de cooperación de los organismos internacionales que se supone deben intervenir en estos casos.
La migración de haitianos hacia nuestro territorio es un problema complejo, profundo y permanente, este tema no es un asunto de racismo y discriminación como han querido establecer en diversas publicaciones y alocuciones internacionales, esto es un tema de fondo y antaño que afecta el funcionamiento del estado dominicano.
La Armada de la República Dominicana y los organismos castrenses, constantemente realizan operaciones para controlar el flujo migratorio y garantizar la seguridad en la frontera, pero definitivamente esto no basta. No ha sido suficiente con militarizar la frontera, hoy vemos que con el decreto 560-24 emitido por el Poder Ejecutivo, el Presidente Luis Rodolfo Abinader Corona, designa como Director de Migración al Vicealmirante Luis Rafael Lee Ballester, marcando un hito en la historia y a su vez enviando un mensaje claro y contundente de protección de la soberanía nacional.
Compartir la isla con un país (Haití) que se ha encargado de destruir todas sus fuentes de ingreso, de deforestar todas sus áreas agrícolas, con un sistema de salud nulo, un estado quebrado y devastado en lo absoluto, convierte a la República Dominicana en un país vulnerable y en constante peligro, o ¿acaso se va a ignorar lo que representan las bandas delictivas y sanguinarias que operan con absolutismo en el vecino país, y que por consiguiente van a vandalizar el territorio dominicano más de lo imaginable? ¿También haremos caso omiso a las enfermedades virales y contagiosas que existen en Haití fruto de la insalubridad y su inexistente sistema para servicios de salud?
Nuestro país tiene mucho que resolver sobre sí mismo, los dominicanos del interior y de la diáspora, tenemos mucho qué hacer en pro de nuestra nación, pero estamos invadidos de forma silenciosa incluso en nuestros propios hogares, puesto que muchos hemos proporcionado empleos a los vecinos con la buena fe y voluntad de cooperar con los seres humanos y a su vez recibir sus servicios de forma remunerada, aunque en muchos casos se convierten en armas de doble filo y juegan en contra de su empleador.
Y mientras tanto, nuestros servicios de salud están siendo usurpados, nuestro sistema educativo aprovechado, nuestra economía aplastada y nuestra patria ocupada, eso definitivamente no fue lo que quisieron legarnos Duarte, Sánchez y Mella, y es la soberanía y la libertad lo que necesitamos proteger independientemente de la opinión de la comunidad internacional.
¿Qué si tienen derechos? Sí, pues claramente son humanos. Pero la pregunta es: ¿Por qué querer ejercerlos a la fuerza y en la base de la imposición, la calumnia y el desorden?
Regular la migración es un tema central y de importancia mayúscula, hemos cooperado con nuestros vecinos poniendo a disposición todas nuestras posibilidades, y lo podemos seguir haciendo pero no hasta hundirnos y perder lo nuestro, hasta ese punto NO. Lo mejor es esperanzarnos en el hecho de ver un vicealmirante como director de migración, que por el hecho de ser parte de la Armada, defienda y proteja nuestro territorio de cualquier fuerza extranjera que pretenda invadirnos más, o en el peor de los casos arrebatarnos la soberanía que con sangre nos heredaron nuestros héroes y patricios.
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