Al menos 141 personas han muerto después de que un puente colgante peatonal se derrumbara en el estado de Gujarat, en el oeste de la India, el domingo por la noche.
La mayoría de los que murieron eran mujeres, niños y ancianos.
El puente de 230 metros que cruza el río Machchu, en Morbi, fue construido en 1880, durante el dominio británico en el siglo XIX.
Sin embargo, había reabierto hace solo una semana después de ser sometido a renovaciones.
Las autoridades informaron que en el momento del colapso había una aglomeración en el puente, que es una importante atracción turística local.
En los folletos de viajes, la visita al Julto Pul (o Puente Colgante) figura entre «las 10 mejores cosas que hacer en Morbi» y atrae a un gran número de turistas y lugareños en vacaciones y festivales.
En los últimos días, varios miles de personas habían visitado el paso sobre el río Machchhu después de su reapertura.
El paso peatonal de casi 150 años de antigüedad, descrito como “maravilla de la ingeniería”, era una concurrida atracción de la localidad.
El ministro regional del Interior, Harsh Sanghavi, afirmó este lunes en una rueda de prensa que “más de 200 personas trabajaron durante toda la noche para el rescate y la búsqueda».
Sanghavi precisó además que la Policía ha registrado una denuncia contra la empresa responsable de renovar el puente, a la que acusan de homicidio involuntario.
“Se ha registrado un caso penal, y una investigación ha comenzado hoy a cargo del Inspector General de la Policía” y “un comité de alto nivel fue conformado ayer mismo para la investigación”, aseguró Sanghavi.
El jefe de la municipalidad, Sandeepsinh Jhala, aseguró ayer que aunque los operadores abrieron el puente al público, las autoridades regionales no había otorgado el permiso de aptitud tras la renovación.
Imágenes del puente momentos antes del accidente y testigos oculares citados por medios indios indican que entre 400 y 500 personas se encontraban en el lugar, y más de un centenar de ellas cayó al río. Vídeos grabados después del accidente muestran a decenas de personas que seguían aferradas a los extremos que quedaron en pie para evitar caer al agua.