Por: Ling Almánzar
Como cada 21 de octubre, se celebra hoy el Día Nacional del Poeta en honor a la insigne poetisa Salomé Ureña, una mujer inspirada que dio sus mejores versos y que se entregó al derecho de soñar.
Salomé nació el 21 de octubre de 1850 y junto a Francisco Henríquez y Carvajal formaron la familia más ilustre de la intelectualidad dominicana: los Henríquez Ureña, incluyendo a los hermanos Pedro, Max y Camila.
Esta mujer fue una poetisa redonda, plena de ebullición y fantasía poética, que lo mismo se inspiraba en su hijo Pedro como en la patria y los monumentos desvencijados de la nación.
Fue madre, esposa, artista y ciudadana ejemplar y versátil. Creó el Instituto de Señoritas bajo la inspiración del gran maestro Eugenio María de Hostos. “Ruinas” y otros poemas salieron de su estro poético, dejando huellas en la poética nacional.
Murió de tuberculosis en 1897, a los cuarenta y siete años apenas. Pero las cosas que hizo, las que dejó escritas y las que poetizó serán imborrables.
En honor a ella, se celebra cada 21 de octubre el Día Nacional el Poeta.
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