El Ministerio de Salud de Gaza, dirigido por el gobierno de Hamás, afirmó que al menos 87 personas murieron y más de 40 resultaron heridas en ataques israelíes contra una zona residencial de Beit Lahia, en el norte de Gaza.
Según las autoridades sanitarias, varias víctimas continúan atrapadas bajo los escombros y las ambulancias no pueden llegar a la zona.
De acuerdo a la agencia de noticias palestina Wafa, los ataques destruyeron un complejo residencial entero.
Israel calificó de exageración una cifra anterior -más baja-, pero dijo que estaba comprobando los informes. Las autoridades israelíes no permiten a los medios de comunicación extranjeros el acceso independiente a la Franja.
Israel ha bombardeado intensamente el norte de Gaza, matando a cientos de personas en los últimos días.
Al menos 42.603 palestinos han muerto y otros 99.795 han resultado heridos desde que Israel comenzó su ofensiva militar en Gaza el 7 de octubre del año pasado, según el ministerio de Salud.
El 7 de octubre, un ataque dirigido por Hamás contra Israel dejó cerca de 1.200 muertos y 251 rehenes. Aproximadamente 100 rehenes siguen retenidos en Gaza.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró a principios de esta semana que los combates continuarían hasta que los rehenes restantes fueran devueltos a casa.
«La guerra debe parar ya»
El ataque en Beit Lahia ha reavivado las peticiones por un cese de las hostilidades.
«No hay ningún lugar seguro en Gaza», afirmó el coordinador especial de las Naciones Unidas para el proceso de paz en Oriente Medio, Tor Wennesland.
En un comunicado, el funcionario aseguró que “la pesadilla en Gaza se está intensificando” y reclamó que la guerra “debe parar ya”.
Una solicitud que fue respaldada por la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en el Territorio Palestino Ocupado, desde donde solicitaron a las autoridades israelíes que faciliten la entrada de ayuda humanitaria a la Franja.
“No podemos llevar a cabo una operación humanitaria a la escala necesaria con tan solo unos pocos pasos fronterizos poco fiables y de difícil acceso”, afirmaron desde la instancia.
Pero los llamados para un alto al fuego no se han limitado a los organismos internacionales, sino también se han producido en el terreno.
«Nuestra nación está siendo exterminada», denunció el doctor Eid Sabbah, director del Hospital Kaml Adwan, ubicado en el norte de Gaza.
El galeno reclamó que se ponga fin al «asedio» a los hospitales y «que la vida vuelva a la normalidad antes de que sea demasiado tarde, antes de que nuestra nación sea exterminada».
Combates en Líbano
Entretanto, continúan los combates entre las fuerzas israelíes y la milicia de Hezbolá en el sur de Líbano, así como en el sur de Beirut.
El domingo las fuerzas de Hezbolá lanzaron 70 cohetes desde Líbano contra el norte de Israel, algunos de los proyectiles fueron incerptados, anunciaron voceros militares israelíes. Estos se suman a los cerca de 200 cohetes que disparó en la víspera.
Por su parte, en Líbano este domingo todavía se están evaluando los daños y las víctimas provocadas por los últimos ataques lanzados por fuerzas israelíes el sábado, donde al menos un edificio de varias plantas en los suburbios del sur de la ciudad quedó completamente destruido.
El ejército israelí señaló que había atacado los almacenes de armas de Hezbolá y el centro de mando y el cuartel general de inteligencia de la agrupación respaldada por Irán en Dahieh.
En las primeras horas del domingo se vio humo en el sur de Beirut después de que el ejército israelí ordenara la evacuación inmediata de dos barrios de la zona.
BBC Mundo